IN LAKESH. YO SOY TÚ, TÚ ERES YO. Regla esencial de la espiritualidad maya. En este día TZIQUÍN, con Luna Menguante, tenemos la oportunidad de mejorar la comunicación.
Propongo una reflexión profunda sobre este tema, y la aplicación del IN LAKESH.
Primero, la comunicación conmigo mismo:
¿Soy mi ser esencial? ¿Soy el ego? ¿Soy… el personaje-faceta que quiere expresar? ¿Cómo facilito que se comuniquen entre ellos? ¿Escucho a todos estos aspectos míos?? ¿Los observo?
Cuando me comunico con otra persona, con otras personas, ¿desde qué lugar emocional lo hago? ¿Me convierto en el otro para considerar sus necesidades, su estado anímico, su situación?
¿Escucho? ¿Percibo? ¿Intuyo? ¿Observo?
¿Cuál es mi propósito REAL de esa comunicación?
¿Recuerdo el PODER DE LA PALABRA Y EL PODER DEL SILENCIO?
Respiro profunda y conscientemente. Escucho estas preguntas.
Escucho las respuestas verdaderas.
El vuelo de las Águilas, de los Cóndores, de los Quetzales y Mariposas, nos guían. Nos elevan. Disfrutamos el VUELO.
Bendiciones en la realización del propósito DE ELEVAR LA VIBRACIÓN!!!
Cuando realizamos la respiración consciente y profunda, inhalemos el AIRE en receptividad, sin bloqueos. Estemos presentes en el ciclo completo de la respiración. Y descansemos. Meditemos.
SIENTE, VISUALIZA.
¿Cuál es el sueño que te hizo nacer? ¿Cuál es la pasión que te mueve? ¿Cuáles son tus dones esenciales para la realización de tu Vida?
La Astrología Maya Quiché, y la Carta Natal Maya Quiché, nos ayudan a recordar quiénes somos esencialmente. Para qué nacimos.
Es la voz de los Sabios Mayas. Su vibración nos guía hacia lo profundo de nuestro Ser. A despertar nuestros dones y capacidades. A desarrollar las habilidades para aplicar esas capacidades. A amarnos y valorarnos más a nosotros mismos.
Un niño de 11 años, después de escuchar la lectura de su Carta Natal Maya Quiché, expresó:
“¡Estoy contento! ¡Ahora ya sé quién soy!”
Pide tu Carta Natal Maya Quiché.
¡Disfruta! ¡Danza con los Abuelos! ¡Canta con los Abuelos!!!
¡Ríe con los Abuelos! Y… si necesitas llorar… llora con los Abuelos, ellos nos abrazan y apapachan. Nos limpiamos y…
¡Volvemos a disfrutar, danzar, cantar!
La Ley Divina es hermética, y simultáneamente, se manifiesta en cada latido de la vida.
Decodificarla es recorrer el laberinto, interno y del entorno total, en la búsqueda del tesoro que somos, y del que venimos.
